El popular
Horacio Rodríguez Larreta busca hacer pie en las comunas del sur, las únicas que le dieron la espalda en las elecciones de 2019. Con ese objetivo, y en busca de sumar jóvenes de barrios y villas porteñas, creó La Popular. Más cerca de una impronta peronista que de la imagen antipopulista de Macri y Bullrich, la nueva organización reivindica a Evita y hace actos por el 24 de marzo en busca de sumar jóvenes del sur porteño. Desde la oposición dicen que es una lavada de cara de su vieja militancia.

Con un ojo y medio puesto en el 2023, Horacio Rodríguez Larreta le dio su bendición. Diego Santilli, también. La Popular es la única agrupación larretista que hace base en las villas y los barrios pobres de la Capital. Especialmente, en los de la zona sur. La agrupación que nació como un experimento político, impulsado por los (pocos) funcionarios porteños que tienen contactos con punteros y dirigentes sociales, ahora suma banca y recursos oficiales. El perfil del armado choca con el aire ideológico que se respira en el PRO. Y por eso mismo Rodríguez Larreta está interesado en que crezca: el alcalde busca ampliarse. Y la juventud de esos barrios es uno de sus objetivos. Quiere exceder tanto el núcleo duro como la impronta blindada y “antipopulista” que Mauricio Macri le había impuesto al PRO. Y que Patricia Bullrich ahora continúa y profundiza. Desde sus redes, La Popular llama a “militar por la integración para transformar la realidad de los sectores populares” y hasta recuerda a Eva Perón en el aniversario de su nacimiento.
La Popular tiene su base principal en la Comuna 8, donde busca ordenar la vieja tropa y engrosarla de jóvenes. Ubicada en el borde más sur y pobre de la Ciudad, la 8 fue, junto con la 4, la única comuna donde, en las elecciones de 2019, Juntos por el Cambio perdió ante el Frente de Todos.
Por eso, Larreta apunta a construir en ellas a como dé lugar. Una de las piezas clave del armado de La Popular en el sur de la Ciudad es Gabriel Salas, ex titular de la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS), la gran caja de la obra pública porteña, cuyo padrino político es Carlos Grosso. Este típico puntero peronista, responde actualmente a la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, alma mater de La Popular. En Soldati, Salas juega su interna con Gustavo Mola, radical y hombre de Daniel “Tano” Angelici, que mientras ocupó el cargo de gerente del Instituto de la Vivienda porteño (IVC) armó cooperativas en distintos barrios populares. El año pasado, la disputa política terminó a los tiros en pleno operativo Detectar.
“Es una lavada de cara de su militancia, de los punteros que ya tenían, que ahora buscan formalizar con una organización en el territorio. Para eso, les están bajando muchos recursos”, explica un militante opositor de la 4, la otra comuna donde La Popular busca hacer pie, con mayores dificultades que en la 8. El objetivo es la villa 21-24 de Barracas, donde ya se sumaron los referentes del PRO, Cristian Heredia y Filomeno Girón. Heredia fue kirchnerista y devino larretista en los últimos años, mientras que Girón es un histórico macrista del barrio.
Además de las mesas y las sombrillas donde ofrecen la tarjeta Ciudadanía Porteña y toman la fiebre, la agrupación estampó su firma en las paredes de la 21-24. El eje que buscaron visibilizar con los primeros dos murales fue la violencia de género, en marzo pasado. El barrio San Blas y los edificios de la ex Mundo Grúa fueron los escenarios elegidos. También pintaron con letras amarillas “La Popu es trabajo y dignidad” en el paredón de Amancio Alcorta e Iguazú. De a poco, y con una estrategia con aroma nacional y popular, el nombre se va instalando en el barrio. El proceso parece apuntar más a un mediano plazo (elecciones 2023) que a los comicios de medio término que se realizarán antes de fin de año.
Otro barrio de la Comuna 4 al que apuntan los referentes de La Popular es La Boca. “Ahí no tenemos gente de la agrupación, pero estamos generando acuerdos con gente de otros espacios, no para que formen parte de La Popular a priori, pero sí para que empiecen a jugar con nosotros”, reconocen desde el larretismo.
Los nombres
La agrupación todavía no exhibe locales partidarios en ningún barrio. Su debut en el espacio público se dio en los actos feministas del 8 de marzo y en las conmemoraciones del Día de la memoria, el 24 de marzo pasado, dos fechas que el macrismo de Macri jamás tomó como bandera.
La ideóloga de La Popular es María Migliore. Con un pasado peronista y de trabajo junto a los curas villeros de la Capital y el conurbano, ella es la embajadora de Horacio Rodríguez Larreta en el mundo de las organizaciones sociales: la ministra de 35 años habla permanentemente con el dirigente Juan Grabois y con el secretario General de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro, con quienes acumula más puntos de acuerdo que disidencias.
El armado de La Popular también incluyó a Juan Maquieyra, quien hasta hace dos meses presidió el Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Del IVC, Maquieyra pasó a ser el jefe de asesores de Rodríguez Larreta. Y por estos días organiza un ámbito de capacitación para jóvenes militantes, con la venia del Papa Francisco. Otro de los responsables del espacio es el sucesor de Maquieyra en el IVC, Gabriel Mraida, quien profesa el evangelismo y es hijo de un pastor muy popular entre los cristianos. Y el joven Christian Werle, ex director de Desarrollo Habitacional del IVC, actualmente en el Ministerio de Migliore.
El 24 de marzo pasado, mientras Rodríguez Larreta recordaba por twitter cuando su papá fue secuestrado por la dictadura, relato que le valió una felicitación de parte de Cristina Fernández de Kirchner, las y los militantes de La Popular también condenaban el golpe de Estado y sus consecuencias. Lo hicieron en el barrio Juan XXIII, ubicado detrás de la 1.11.14. La pata social del larretismo llevó su bandera y organizó un acto temático, en el que hicieron foco en una política específica de la dictadura militar: la erradicación de villas.
Uno de los oradores fue Víctor Sahonero, quien llegó a la villa en 1978. Tenía 17 años y los militares le tiraron abajo la casa de chapa que compartía con un amigo en la Villa 31. Lo subieron a un camión y lo arrojaron en un descampado de Villa 20. Ahí conoció a su mujer, tuvo 4 hijos (uno de los cuales fue legislador porteño del PRO), recolectó maderas para hacer muebles y tuvo una pizzería. En 1999 fue electo presidente de la Cooperativa de Vivienda 25 de marzo: herramienta desde donde los Sahonero acumularon poder territorial. Tras su paso como legislador, Maxi Sahonero ahora es jefe de gabinete de la Corporación Sur, una sociedad del Estado porteño.
Con la creación de La Popular, el gobierno porteño busca capitalizar la gestión realizada en villas y asentamientos. Por ejemplo, la urbanización del barrio Rodrigo Bueno, en la Costanera sur. El objetivo del oficialismo es que esa zona ubicada al lado de la reserva ecológica se transforme en un polo turístico, parecido a Caminito. Días atrás, una huerta comunitaria de Rodrigo Bueno firmó un acuerdo con el Hotel Hilton de Puerto Madero. El hotel se comprometió a comprar plantas a la Vivera Orgánica del barrio, un proyecto cooperativo que llevan adelante 15 mujeres.
En la misma línea, el gobierno porteño sancionó la ley de Promoción a la Economía Social y Popular, en diciembre de 2020. Su meta es facilitar el acceso a créditos para la compra de tecnología y beneficios impositivos que sirvan para la formalización de los habitantes de villas y asentamientos.
Con esta pátina nac & pop, Larreta apuesta a la experiencia de Migliore para seguir acumulando en un espacio que se diferencie del ala dura de Juntos por el Cambio. Sabe que los barrios más pobres del borde sur porteño no son territorios fáciles para quienes profundizan la desigualdad con políticas que apuntan hacia el norte. Las urnas así lo demostraron. La Popular buscará torcer ese camino.
Juventud, divino tesoro
La presencia de La Popular en redes sociales tiene poco más de un mes. Y aunque abrieron cuentas en Facebook y en Twitter, por ahora sólo subieron contenido a Instagram, la red joven por excelencia. Allí apenas acumulan unos 385 seguidores y 7 posteos de sus acciones en villa 20, barrio Luis Piedrabuena, y la 1.11.14 y una breve presentación donde aseguran “Nacidos en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Desde acá militamos y luchamos para transformar la realidad de los sectores populares. Desde acá levantamos con fuerza y convicción la bandera de la integración”.
Base en la 8
La Popular ya cuenta con una agenda semanal de actividades. El lunes 26 de abril, realizó un taller de capacitación laboral en el Centro Cultural Sabina Olmos, en Villa Lugano. El miércoles 28, una recorrida de militantes para difundir prácticas de cuidados contra el Covid-19. Les integrantes de La Popular partieron desde la esquina de Miralla y Cruz, nuevamente en Lugano. Les acompañó un funcionario cercano a Fernán Quirós, el ministro estrella de la Ciudad: el subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria, Gabriel Battistella, quien hasta hace un puñado de años se desempeñó como director del Cesac 41 de La Boca.
El 1° de mayo, Día de las y los trabajadores, La Popular eligió hacer base en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, con un almuerzo al aire libre. En tanto el 7 de mayo, la imagen preponderante en las stories de La Popular fue la de Evita, casualmente lo mismo que hizo su jefe político: “Evita impulsó y logró la aprobación de la ley del sufragio femenino en Argentina y es, sin dudas, una referente de la lucha por los derechos de las mujeres. En el 102° aniversario de su nacimiento, recordamos su legado”, escribió Larreta en sus redes.