La patria chica de Haroldo

La costanera, el Bajo, San Telmo y el puerto son escenarios de varios de los cuentos y novelas del escritor Haroldo Conti, pero también de su propia vida en la Ciudad de Buenos Aires. A 100 años de su nacimiento y a 49 de su secuestro en manos de la dictadura, nos acercamos a su amor por los barrios del sur.

La patria chica de Haroldo

-¿Qué es lo que más te gusta de Buenos Aires?

-San Telmo. Yo soy del interior: a Buenos Aires siempre la vi como un forastero y estoy pensando que únicamente así es como funciona para mí. Caí aquí porque era lo más barato que encontré. Enseguida me enamoré de San Telmo, es mi patria chica.

En una entrevista con la revista Atlántida realizada en los años sesenta, Haroldo Conti manifestaba su amor por los barrios del sur de Buenos Aires. En especial, por San Telmo, donde vivió durante varios años y supo ambientar algunas de sus obras.

El próximo 25 de mayo se cumplirán 100 años del nacimiento del escritor nacido en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Autor de clásicos de la literatura argentina como Sudeste y Mascaró, el cazador americano, obtuvo el Barral (España) y el Premio Casa de las Américas (Cuba), entre otros concursos internacionales destacados. Militante del PRT-ERP, fue secuestrado por la dictadura en la madrugada del 5 de mayo de 1976. Desde ese día, se encuentra desaparecido.

Hijo de un vendedor ambulante, Conti fue seminarista de joven y luego pasó por diversos oficios. Fue empleado bancario en Olivos, se enamoró del Delta, se recibió de piloto civil, intentó pegar suerte con una empresa de transporte, se fundió, arrancó a estudiar Filosofía y Letras en la UBA, consiguió una beca para trabajar en cine. A mediados de la década de 1950, se casó con Dora Campos, terminó Filosofía y decidió radicarse en San Telmo. En esa casa, nacieron sus dos primeros hijos: Alejandra y Marcelo.

“Nacimos en San Telmo, aunque entonces el barrio era muy distinto a lo que es ahora. La avenida Independencia era sólo una callecita de adoquines, con las viejas vías del tranvía que subían desde Paseo Colón y llena de inquilinatos. Nuestro departamento estaba en uno de los pocos edificios de la zona, al lado del Viejo Almacén, tenía un aspecto medio inusual”, recordaba Alejandra Conti en una biografía de su padre que publicaron Néstor Restivo y Camilo Sánchez.

Mayo: Haroldo Conti nació un 25 de mayo de 100 años atrás y fue secuestrado por la dictadura el 5 del mismo mes pero de 1976.

En los tomos de Los diarios de Emilio Renzi, el escritor Ricardo Piglia registra los encuentros afectuosos con Conti en la segunda mitad de la década de 1960, con largas caminatas hacia el sur por San Telmo, que en algunas ocasiones compartían con Rodolfo Walsh. 

La zona portuaria y los paisajes del sur porteño son escenario de relatos y novelas de Conti. El cuento Como un león, que aborda la pobreza y la marginalidad de un adolescente, está ambientado en la zona que va desde Retiro hacia la Costanera Sur. “Del lado de la costa, la espiral encendida del edificio de Telecomunicaciones, los focos empañados de los automóviles que bailotean como un tropel de antorchas, los mástiles y las grúas de la dársena y, por encima de todo, las chimeneas de la usina que se empinan sobre la mugrienta claridad del amanecer”, describe.

Una zona similar es el territorio de la novela Alrededor de la jaula, que obtuvo el Premio Universidad de Veracruz de México en 1966 y que acaba de ser reeditada por Emecé. La trama tiene como protagonista a Milo, un niño sin familia que es criado por el viejo Silvestre. Ambos trabajan en un parque de diversiones en la Costanera Sur y trazan vínculos con seres también sencillos y marginados, que sueñan con montar un gran circo. Habitan una vivienda precaria de chapas, en la azotea de un edificio, a pasos de la Avenida Paseo Colón. 

“Detrás, de donde antes se alcanzaban a ver las torres de la iglesia de San Telmo y, entre las torres y la terraza, un valle de techos de zinc con algunos parches verdes y un bosque de caños de ventilación, la gigantesca pared de la Cámara de la Construcción. Era una pared extremadamente blanca, sin una mancha ni una grieta, salvo el boquete de un extractor de aire a la altura del tercer piso. Venía a ser el cielo de ese minúsculo pueblo de casillas como cubos superpuestos que se tendía al pie de la Cámara, sobre Independencia”, precisa el libro. 

“Los sucesos son muchos y son esenciales y sin embargo el mundo parece quieto, igual a sí mismo: el río inmóvil, la Costanera Sur, la estatua de Viale, la fuente de Lola Mora, el paredón de la usina eléctrica, el puerto, los barcos…”, señaló la escritora Ana María Shua sobre ese libro que fue llevado al cine por Sergio Renán en 1977, tan sólo un año después del secuestro de Conti. 

El parque de diversiones en el que está anclado el relato era cercano al anfiteatro griego y la Fuente de las Nereidas, enfrente de la Escuela de la Cárcova (actualmente es una de las sedes de la Universidad Nacional de las Artes). 

Hoy, en esa zona que fue escenario de Alrededor de la jaula, está la Plaza Haroldo Conti. Leer su obra y caminar por allí, por el Bajo porteño, por las calles de San Telmo, por la orilla del Riachuelo, es una forma de mantener viva la memoria de aquel escritor que supo retratar esa otra gente y dar su vida por el sueño de una Argentina más digna, más justa y más humana.