Exigen vacunas para las trabajadoras de comedores populares

Bajo la consigna “¡Somos esenciales, no descartables!, la Red de Comedores por una Alimentación Soberana difundió un comunicado para exigir la vacunación de las trabajadoras de los comedores populares días después de conocerse el fallecimiento por coronavirus de dos cocineras de la organización.

Exigen vacunas para las trabajadoras de comedores populares

“La muerte golpea otra vez en los sectores más desprotegidos. Una vez más nuestros reclamos no son escuchados. En los últimos días, con solo unas horas de diferencia, dos compañeras de las luchas populares de nuestro pueblo fallecieron víctimas de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires: Teodora Olloa —de Somos Barrios de Pie y cocinera en el barrio San Martín en la villa 31 de Retiro— y Lourdes Huarachi —militante del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) en la villa 20 de Lugano—”, expresan en el comunicado.

En su mayoría son mujeres, las que todos los días ponen el cuerpo para multiplicar los bolsones de comida con los que cocinan, tal vez, la única ración de comida que reciben los y las pibas de las barriadas populares.  Desde el inicio de la pandemia vienen reclamando el reconocimiento por parte del Estado de su trabajo: “Porque consideramos que nuestro trabajo diario e injustamente ignorado, debe contar con la asistencia sanitaria urgente del Estado, desde la Red de Comedores por una Alimentación Soberana, exigimos al gobierno nacional y a las autoridades de cada ciudad y municipio, VACUNAS YA para las y los trabajadores de comedores populares, promotoras de salud y de géneros, que están en la primera línea, poniendo su cuerpo día a día en los barrios populares, para enfrentar esta pandemia con la certeza de que la salida es colectiva.”

En ese marco, Marcela Paco, referente de Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), habló con Infonews y detalló la compleja situación que atraviesan desde el comienzo de la cuarentena: “Desde el Gobierno (tanto nacional como porteño) no recibimos ninguna respuesta. El reclamo es elevado desde el principio de la pandemia para que seamos reconocidos como esenciales, y la verdad se hizo bastante difícil porque durante toda la pandemia, más allá de los comedores populares sostuvimos las ollas populares, porque las raciones no nos alcanzaban y no nos alcanzan. Tenemos un montón de gente en lista de espera y es difícil”.

“Estamos esperando a ver qué nos dicen porque nosotros tenemos compañeras cocineras que necesitan la vacuna. La respuesta del Gobierno es ´si, los vamos a vacunar´, y en un principio nos habían dicho que nos consideraban trabajadores esenciales, pero después se retractaron y dijeron que no, ahora estamos esperando a ver si hay alguna novedad”, relató Marcela.

En este sentido, remarcó que “por la pérdida de cada compañero y compañera, no solamente de nuestra organización sino de otras, es una indignación, porque nuestra compañera estuvo buscando cama en el hospital porque no había camas, estuvo entubada bastante tiempo, y sabemos que si la vacunación hubiera llegado en tiempo y forma esto se hubiera podido evitar”. Por último, remarcó “el rol de las mujeres dentro de la organización”, ya que “la mayoría de las que llevan adelante la labor de los merenderos y de los comedores populares, son mujeres, madres de familia, muchas solteras, cabezas de hogar, entonces tener una familia detrás y estar expuesta al virus es complicado, por eso es que queremos cuidarnos nosotras, para cuidar a nuestras familia, a nuestros compañeros, y a nuestra comunidad y vecinos de las villas más pobres que tanto nos necesitan, porque sin ellos esto tampoco sería posible”.