Con La Boca seca

Un grupo de vecines autoconvocades elaboraron una nota para solicitarle a la empresa AySA la conformación de una mesa de trabajo con el fin de solucionar los problemas de acceso al agua en el barrio.

Con La Boca seca

Más de 800 vecines de La Boca firmaron una nota dirigida a la empresa AySA en la que plantean la problemática de acceso al agua que sufren quienes viven en el barrio, describen sus graves consecuencias, haciendo énfasis en las urgentes necesidades incrementadas por la situación de pandemia.

Si bien quienes habitan el barrio sufren estos problemas desde hace varias décadas, las dificultades han empeorado en los últimos años y con mayor impacto en los últimos meses, en los que resultó y resulta mucho más necesaria por las condiciones emergentes de la situación sanitaria actual.

Cierto es que la falta de presión de agua y las dificultades de acceso en esta zona de la Ciudad son históricas, pero resulta muy sospechoso que esto no se resuelva justo en una zona de la Ciudad donde abundan precarias casas de madera y chapa y escasea todo lo demás. Si a alguien le cabe alguna duda, basta revisar cualquier archivo histórico de la Ciudad y observar los informes sobre incendios con víctimas fatales en esta zona en los últimos 30 años y podrá observar que, prácticamente, todos informan o registran denuncias de falta de presión en las bocas de incendio, situación que, en muchos casos provocó víctimas fatales que podrían haberse evitado.

Entre las posibles causas del problema, además del aumento del consumo durante la pandemia, les vecines afectades denuncian un proceso de gentrificación en la zona, es decir de deterioro intencional del barrio para el desarrollo, a bajo costo, de grandes emprendimientos inmobiliarios que incluyen el uso de las costas del río. Un proceso de expulsión que se suma a los numerosos desalojos del barrio con mayor afluencia turística extranjera de la Ciudad más rica del país.

Por ejemplo, una zona que sufre baja presión es la calle Juan de Dios Filiberto que, en sus dos cuadras de extensión, cuenta con dos nuevas construcciones: la primera “Caminito Queen” en la esquina de Olavarría, un edificio con pileta en su terraza y con departamentos de alquiler temporario; el segundo, en la esquina de Suárez, “Filiberto Apart”, que aún se encuentra en obra pero que apunta al mismo sector. A una cuadra, pegado a la cancha de Boca, se está levantando un tercer complejo vip –“Unidici”- con amenities y pileta. Todo esto, sin ningún tipo de inversión en infraestructura de servicios como el de agua o el eléctrico.

Sin embargo, según un informe de la auditoría realizado a la empresa Aysa a fines de 2019, el macrismo dejó la compañía con un déficit de al menos 14 mil millones de pesos, entre los que se cuenta el polémico acuerdo de 2 millones de pesos mensuales con el Club Boca Juniors en concepto de “invitaciones para ver partidos en sectores vip de la Bombonera y participar de recorridas turísticas por el estadio”.

La nota que presentaron de forma conjunta les vecines está dirigida a la presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos, Malena Galmarini, a quien se le solicita disponga de la formación de una mesa técnica de trabajo vecinal para la resolución de los problemas de abastecimiento de agua que sufre el barrio. El texto fue con copia a los gobiernos porteño y nacional y a la Junta de la Comuna 4.

Tanto el desarrollo inmobiliario, junto al proceso de gentrificación, acompañado de las políticas públicas expulsivas para los sectores populares de la Ciudad y el carácter de derecho básico universal que tiene el acceso al agua potable, serán, seguramente, elementos a poner sobre esa futura mesa de trabajo vecinal.