Despidos en Gemez

Trabajadores de la empresa de logística de Barracas denuncian persecuciones y hostigamientos. El blanco principal son los representantes gremiales. La abogada de la compañía es Florencia Arietto.

Despidos en Gemez

Trabajadores de la empresa de logística Gemez S.A. denunciaron una campaña de hostigamiento, persecuciones y despidos arbitrarios contra empleados y representantes gremiales, y adelantaron que en las próximas semanas llevarán adelante un plan de lucha. "Queremos denunciar públicamente que ya desde hace varios meses venimos siendo hostigados, presionados y perseguidos por la empresa, que utiliza artimañas para callarnos como en la época más oscura de nuestro país", dicen desde el cuerpo de delegados de la empresa cuya sede central está ubicada en Av. Osvaldo Cruz 3348, en Barracas.

El gerente de Recursos Humanos de la firma de Luis Frassia, junto a la abogada y militante de Juntos por el Cambio, Florencia Arietto, iniciaron un juicio por desafuero al delegado del Sindicato Encargados Apuntadores Marítimos y Afines de la República Argentina (SEAMARA) con mandato vigente, Facundo Monzón, con acusaciones que denuncian “falaces y difamatorias”. También le impidieron el ingreso a la empresa, pese a que una medida cautelar había autorizado el regreso a su puesto de trabajo.

Ese mismo día también fue despedido también David Aramayo, paritario del SEAMARA, y, semanas más tarde, otro trabajador y activista gremial. "Es una clara campaña de persecuciones y despidos que busca ser un castigo ejemplificador hacia los demás trabajadores, para que ninguno se anime a reclamar por sus derechos", señalaron los delegados de base en un comunicado, donde pidieron la solidaridad de la CGT y del movimiento obrero, y adelantaron que en las próximas semanas llevaran adelante un plan de lucha con distintas medidas de fuerza.

“Desde el 2019 venimos reclamando por la décima hora de trabajo, cuando nos quitaron una”, indicó Facundo Monzón a Nota al Pie. Además, recordó: “en ese entonces trabajábamos 10 horas legales y las extras eran pagadas en negro”. Durante esos años, también pedían por: “ropa de seguridad y comedores”, ya que debían “comer entre las ratas”, expresó Monzón. En la actualidad, el reclamo de la décima hora laboral sigue en agenda, cuestión por la cual les trabajadores judicializaron la situación.

Como respuesta, la empresa respondió con persecución y despidos, según sostiene el sindicato. “Los hostigamientos son diarios y cotidianos. Han llegado a juntar a los más de 200 trabajadores que tiene la empresa para confrontarnos cuando querían que trabajáramos los sábados”, comentó.