Condenaron a 16 años de prisión al policía que le disparó a Lucas Cabello
La Corte Suprema confirmó la pena de 16 años de prisión para el policía Ricardo Gabriel Ayala por el delito de "tentativa de homicidio agravada por haber sido cometida abusando de la función policial y por el uso de arma de fuego” tras haberle disparado tres veces a joven que quedó cuadripléjico.

Tras el fallo unánime de los jueces Adrián Pérez Lance, Fernando Ramírez y Luis Salas, que rechazaron el pedido de absolución planteado por los abogados defensores, se espera la inminente detención del oficial, quien estuvo en libertad todo este tiempo a pesar de los reclamos de Lucas y su familia y sigue cumpliendo funciones administrativas en la hoy Policía de la Ciudad.
Todo sucedió hace casi 10 años, el 9 de noviembre de 2015, alrededor de las 15:45, en la puerta de la vivienda de Cabello, ubicada sobre Martín Rodríguez al 500. De acuerdo con el relato de la víctima, ese día había salido a comprar comida y notó que el ahora ex policía lo miraba de manera desafiante.
“¿Qué mirás?”, le habría advertido Ayala, según la declaración que el joven brindó durante el juicio. Al regresar a su domicilio, se produjo una discusión. Cabello le recriminó que se dedicara a custodiar un banco, mientras que el ex policía, que por entonces revestía en la Metropolitana, le ordenó que “se meta adentro”.
El joven obedeció, pero al escuchar un ruido, giró y vio cómo el policía le apuntaba directamente a la cabeza con su arma reglamentaria. Fueron tres disparos: uno impactó en el cuello, otro en la ingle y el tercero en la pierna. El primero de esos proyectiles alcanzó la médula ósea, provocándole lesiones irreversibles a Lucas.
En la parte dispositiva de la sentencia, los jueces ordenaron extraer testimonios y enviarlos a la Cámara Nacional en lo Criminal para que se sortee un juez “a fin de investigar si durante la instrucción del sumario hubo incumplimiento de deberes o encubrimiento. Esto respondió a un pedido de la querella, que señaló que se investigue a los jefes policiales de entonces, pero también a los responsables políticos, entre los que incluyen a María Eugenia Vidal, quien entonces era la segunda máxima funcionaria del Gobierno de la Ciudad y que en estos días dejará el cargo de gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
La condena firme de Ayala es el resultado de una lucha incansable de Lucas, su mamá Carolina y toda su familia, junto al gran apoyo de las organizaciones de La Boca que se movilizaron, una y otra vez, motorizando la causa.