El asesinato de Sebastián

La última noche de carnaval terminó a pura tristeza. Al final del corso en el Parque Lezama un hombre apuñaló a un adolescente, quien murió poco después en el Argerich. Sebastián Molina había nacido en un conventillo de La Boca y ahora vivía en Pompeya. Su familia y amigues piden justicia. Hoy cumpliría 19 años.

El asesinato de Sebastián

Sebastián Agustín Molina era fanático de Boca y del reguetón. El 18 de marzo cumplía 19 años y planeaba volver a la escuela, después de años muy duros en los que perdió a su mamá y debió salir a hacer changas como albañil y pintor para ayudar en la casa. Vivió su infancia en La Boca y su adolescencia en el Barrio Espora de Pompeya, a donde se mudó toda la familia, después de que el Instituto para la Vivienda de la Ciudad demoliera el conventillo de Rocha 1031 en el que su abuelo Orlando junto con otros vecinos y vecinas dieron la pelea por una vivienda digna.

A Seba no le gustaban los corsos, pero el martes 1 de marzo decidió ir al Parque Lezama porque salían Los Amantes de La Boca, el barrio donde nuevamente estaba viviendo desde hace un mes, en la casa de su abuela sobre Espinoza. Fue con un amigo que lo pasó a buscar, llegaron medio tarde y una hora después, entre las 2 y las 2.30, se cruzó con dos hombres jóvenes a la altura de la calesita del parque, sobre la calle Defensa: algo se dijeron cuando uno de ellos sacó un cuchillo.

Según contó el amigo de Sebastián, el atacante lanzó una primera puñalada que dio en su mano y una segunda que hirió a Sebastián en el tórax. Luego del ataque, los desconocidos salieron corriendo. Sebastián era asmático, intentó seguir, pero paró. Le faltaba el aire. Pensó que era un golpe. Pero cuando se puso la mano en el pecho, la tenía llena de sangre. En ese momento se dio cuenta de la herida que le dio en el corazón. Un joven en una moto frenó y lo llevó hasta el Hospital Argerich que está apenas a unas cuadras. Sebastián murió poco después.

"Tenía un millón de amigos, era súper alegre. Le gustaba mucho el futbol, la música. Nunca tuvo ningún problema, por eso no se entiende...”

La familia niega la versión que dio rápidamente la policía y desestima que haya sido un ajuste de cuentas o una pelea con alguien conocido. Sospechan más de un intento de robo. Por redes, recibieron diferentes testimonios, fotos y videos que fueron presentando en la fiscalía. Algunos señalaban que el agresor era un hombre que vive en situación de calle. Por ahora son solo versiones.

"Tenía un millón de amigos, era súper alegre. Le gustaba mucho el futbol, la música. Nunca tuvo ningún problema, por eso no se entiende... cómo una persona puede sacarle la vida a otra en dos segundos", recuerda su tía Mariela con quien tenía un vínculo muy fuerte que se profundizó cuando murió su mamá por un ACV a los 39 años. Sebastián era el anteúltimo de cinco hermanes. 

Al cierre de esta edición, sus tías, sus amigues, sus hermanas seguían rogando por testigos que se acerquen a declarar. Su papá, el Pelado Molina no puede ni hablar. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía Correccional del Distrito del barrio de La Boca, a cargo de Susana Callejas, que dispuso el trabajo de la Unidad Criminalística Móvil, para el análisis de las cámaras de seguridad de la zona para lograr la identificación del agresor y su acompañante. A diez días del asesinato de Sebastián, aún no hay ningún detenido.